En 1990 recibió su diploma en la Kamensk Art School for Children y en el año 2000 su MA en Fine Arts, en la Rostov State Pedagogical University . Desde esa fecha hasta el año 2003 se desempeñó como diseñadora de interiores y a partir del 2004 hasta el presente, volcó sus esfuerzos a la pintura.
Para ella la pintura ha sido siempre una puerta a otro mundo totalmente nuevo. Cree que uno sabe a dónde ir, pero sólo tiene una vaga idea de lo que encontrará allí. Ese descubrimiento es siempre una experiencia absorbente y emocionante para Klimova. Las acuarelas fueron su primer amor, pero en la actualidad trabaja sobre todo con óleo, ya que le permite crear una textura volumétrica más intrincada. Es un dicho muy conocido entre los artistas que lo importante no es lo que pintas, sino más bien cómo lo haces. Sus temas son diversos: naturalezas muertas, retratos, paisajes, paisajes urbanos. En cada uno de ellos, ella se centra en la idea y la composición inusual que transmite ella sobre su estado de ánimo y así crea una nueva mirada hacia el sujeto. Klimova se esfuerza en utilizar colores vibrantes pero precisos para mejorar el mensaje emocional de sus pinturas. Es difícil expresar la emoción cuando estos elementos se unen en el lienzo, y te conviertes en un testigo de una transformación de una sábana blanca en un nuevo mundo. Las grandes obras de arte son a la vez intemporales y contemporáneas. Las pinturas de Klimova combinan las particularidades cambiantes de nuestras experiencias modernas con las expresiones de los valores eternos, la belleza, las aspiraciones y la humanidad, que ella espera levanten el ánimo y deleiten los ojos de quienes las vean en los años por venir.
El trabajo de Julia se ha exhibido internacionalmente en lugares como Toronto, Nueva York, Boston, Atlanta, y Terranova.
El trabajo de Julia se ha exhibido internacionalmente en lugares como Toronto, Nueva York, Boston, Atlanta, y Terranova.
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