Vladimir Soldatkin es un pintor ruso nacido en 1949 en las cercanías de Moscú. En 1975 se graduó en la facultad de arte gráfico de Moscú, Instituto Pedagógico Estatal. Trabajó como artista en publicidad. Ha participado en diversas exposiciones y concursos internacionales.
Fue el autor de varios carteles sobre los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 .
Fue el autor de varios carteles sobre los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 .
Es miembro de la Unión Creativa de Artistas Rusos y la Federación Internacional de Artistas. Miembro de la delegación regional de Moscú de la Unión de Artistas Rusos y desde 1988 miembro de la Federación Internacional de Artistas y horarios para la UNESCO.
Romántico por naturaleza, se trata de un artista con una personalidad excepcional.
Sus obras parecen ser tejidas en incontables tonos medios y eso no se logra con un pincel regular.
Ha trabajando en diferentes géneros: retratos, bodegones, paisajes, abstracción basada en la experiencia de las diversas escuelas de arte: realismo, impresionismo, avant-garde, el cubismo y el expresionismo. Vladimir se mantiene, sin embargo, fiel a un único principio - el buen gusto y la maestría profesional.
Con la aplicación de sus propios métodos personales, Vladimir logra la increíble transparencia y delicadeza de su pintura y el juego de luces y sombras que consiste en numerosos puntos de luz hipnotizantes. Así que sus obras son fáciles de reconocer.
La combinación de colores es impecable, elegante y emocional. "Emocional" es probablemente la palabra que caracteriza su pintura en general. Sus pinturas tienen encanto muy especial y esa atracción no dejará indiferente a nadie.
Sus obras se encuentran en numerosas colecciones corporativas y privadas en Rusia y en el extranjero .Sus obras parecen ser tejidas en incontables tonos medios y eso no se logra con un pincel regular.
Ha trabajando en diferentes géneros: retratos, bodegones, paisajes, abstracción basada en la experiencia de las diversas escuelas de arte: realismo, impresionismo, avant-garde, el cubismo y el expresionismo. Vladimir se mantiene, sin embargo, fiel a un único principio - el buen gusto y la maestría profesional.
Con la aplicación de sus propios métodos personales, Vladimir logra la increíble transparencia y delicadeza de su pintura y el juego de luces y sombras que consiste en numerosos puntos de luz hipnotizantes. Así que sus obras son fáciles de reconocer.
La combinación de colores es impecable, elegante y emocional. "Emocional" es probablemente la palabra que caracteriza su pintura en general. Sus pinturas tienen encanto muy especial y esa atracción no dejará indiferente a nadie.
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